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Noticias Web RFEA.- El Campeonato de España Absoluto regresa al Estadio Joan Serrahima 30 años después . La instlación barcelonesa vuelve a vestirse de gala para un gran acontecimiento

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 miércoles, 19 de julio de 2017   NOTICIA WEB 248/2017
 
La instlación barcelonesa vuelve a vestirse de gala para un gran acontecimiento 

El Campeonato de España Absoluto regresa al Estadio Joan Serrahima 30 años después

 



El Estadio Joan Serrahima de Barcelona pasa por ser una de las instalaciones atléticas con mayor solera de España; allí se han celebrado cuatro Campeonatos Nacional absolutos y ahora, 30 años después, vuelve a ser protagonista. 



El Estadio, 
dedicado a la memoria de quién fuera destacado velocista catalán en la década de los años 20 y 30 Joan Serrahima Bofill (Barcelona 29.06.1905  y fallecido el 11.10.1959),  olímpico en Ámsterdam 1928, se inauguró en 1969; en abril de 1978 se pasa de pista de tierra al tartán; en 1983 fue remodelado con ocasión del I Campeonato Iberoamericano y el sintético ha sido remodelado en otoño de 2016.



Centro neurálgico del atletismo nacional y catalán durante más de casi cinco décadas, en sus instalaciones se han disputado como decíamos cuatro campeonatos de España, innumerables Campeonatos de Cataluña de todas las categorías, un Campeonato Iberoamericano en 1983, una Westathletic en 1986 y además un Meeting Internacional durante varios años por donde desfilaron grandes figuras del atletismo mundial, siendo el eje fundamental hoy en día en día de la actividad atlética en Cataluña principalmente y sede además de competiciones de carácter nacional como la Liga de Clubes, entre otras o Campeonatos de España de otras categorías. 



30 años después de que acogiera el último de los cuatro Campeonatos celebrados (anteriormente en 1979, 1981, 1984 y 1987) vuelve a ser escenario de un evento de máxima categoría nacional, en un año donde el punto de mira está puesto en el Mundial de Londres. 



Si echamos la vista atrás a estas cuatro ediciones, en la de 1979, celebrada del 10 al 12 de agosto, dos protagonistas por encima del resto, el discóbolo Sinesio Garrachón que estableció un nuevo récord de España con 57.68 y la velocista Lourdes Valdor que dejó un nuevo récord de España de 200m con 24.76. Además un veterano José Luis Sánchez Paraíso con 37 años se hacía con un nuevo título en 100m (el octavo), en 1.500m se comenzaba a vislumbrar lo que vendría después en esta distancia con José Luis González dominando la final y con el cántabro José Manuel Abascal, que poco pudo hacer pero que dejaba muestra de los futuros duelos que llevarían muy alto en la siguiente década el milqui español. 



Excelente fueron asimismo las carreras de 400m vallas donde José Casabona logró la mínima para los Juegos de Moscú que se celebraban al año siguiente o el mano a mano en obstáculos entre Antonio Campos y Domingo Ramón, resuelto a favor del primero en una final donde los dos también lograron su mínima olímpica y en longitud, Alberto Solanas rompió una racha de seis títulos consecutivos del gran Rafael Blanquer. 



Además del récord de Lourdes Valdor, expectación por ver a la catalana Dolores Vives, que un antes se había convertido en la primera atleta española que bajada de los 12 segundos en 1os 100m pero que en la final, tras una mala salida, cedió ante la propia Valdor que paraba el crono en 11.89 con un vendaval de viento a favor. 



Finalmente en lanzamientos doblete de Encarnación Gambús en peso y disco, ante la ausencia de Ana María Molina. La gerundense había sufrido un grave accidente de tráfico y fallecería unos días después. 



Los Campeonatos de España de 1981 (7, 8 y 9 de Agosto) se celebraron de nuevo en Serrahima (hubo sesiones nocturnas) y estuvieron marcados por la espléndida marca de Domingo Ramón en 3.000 metros obstáculos y por el récord español de José Carbonell en 100 metros, aunque, curiosamente, en aquellos momentos se le dio a ambos registros menos importancia de la que realmente merecían. En el primer caso, porque la estadística no estaba tan avanzada como ahora y los 8:21.09 del alicantino no se dieron a conocer como mejor marca europea de la temporada hasta días después. En cuanto al catalán Pep Carbonell, hubo que esperar varios años para que su plusmarca fuese reconocida. 



En 100 metros, como se ha dicho, récord de España inadvertido por aquel entonces. Pep Carbonell anunció ya sus intenciones en las series (10.51) y en la final, con viento de +0,4, ganó brillantemente con 10.42. La marca se anunció como récord de los Campeonatos y como el segundo mejor registro español de la historia, tras los 10.41 con viento contrario que logró en la Universiada de Sofía, el 19 de agosto de 1977, y que se aceptó como récord, pese a que desde el principio se sospechó que algo raro había ocurrido. Y es que en las series preliminares todos los tiempos fueron manuales, aunque se facilitaron a la centésima y la Federación Búlgara no advirtió que no eran automáticos. 



El error duró hasta 1987, en que la Federación Española publicó los récords de categoría por edades y en ellos Carbonell figuraba como plusmarquista de los 20 años con 10.49. Tras esos 10.41 erróneos, el catalán mejoró varias veces la plusmarca, pero no fueron proclamados como tal en su momento: 10.49 en la final de Sofía (20 de agosto de 1977, igualado), 10.46 en Barcelona, el 5 de julio de 1980 y esos 10.42 de los Campeonatos de España de Barcelona 1981. 



Pero la mejor marca de todo el Campeonato la consiguió Domingo Ramón Menarges en 3.000 metros obstáculos. Ganó la prueba con mucha facilidad y paró el crono en 8:21.09, que en esos momentos sólo superaba en el mundo el keniano Amos Korir, que había corrido en un tiempo de 8:18.57 en Eugene (Estados Unidos), el 6 de junio. El atleta alicantino había sido cuarto en los Juegos Olímpicos de Moscú, el año anterior, y la temporada siguiente iba a ser bronce en los continentales de Atenas. Al final de la temporada había perdido posiciones, pero terminó en la quinta plaza mundial y tercera continental, tras Korir, el italiano Mariano Scartezzini (8:13.32), el polaco Boguslaw Maminski (8:16.66) y el estadounidense Henry Marsh (8:18.58). 



Fue una edición algo atípica donde algunos atletas recibieron permiso para competir en otras pruebas inusuales como fue el caso de José Alonso que no hizo el 400m vallas y si el 200, o el duelo esperado entre Antonio Prieto y Fernando Cerrada que se frustró al correr uno el 5.000 y otro el 10.000 respectivamente o las dos "salidas nulas" de Antonio Páez en 800m que no había obtenido permiso para disputar otra prueba. 



Coleccionistas de medallas fueron Javier Martínez, conocido como Meteoro, (oro en 200 y bronce en 100), Benjamín González (ganador en la vuelta a la pista y tercero en la distancia inferior), Isidoro Hornillos (subcampeón en las mismas distancias), Santiago de la Parte (plata en 10.000 y bronce en 5.000), Martín Vara (primero en peso y segundo en disco) y, entre las mujeres, Mercedes Cano (oro en 100 y plata en longitud) y Rosa María Ochandiano (campeona en 800 y bronce en el kilómetro y medio). 



Y un hecho histórico: por primera vez se celebraba la prueba de marcha femenina en los Nacionales. María Teresa Palacio fue la campeona en los cinco kilómetros en pista, distancia en la que tenía el récord español desde mayo de ese mismo año, en la misma instalación. La prueba no era aún olímpica (debutaría en el programa en Barcelona 1992) y España se adelantó a la época en una especialidad que iba a dar muchas alegrías al atletismo español, con medallas en las tres grandes competiciones internacionales: Juegos Olímpicos, Mundiales y Europeos. 



En 1984 (29 y 30 de junio y 1 julio) volvió a recalar en el Joan Serrahima, campeonato que tenía en el horizonte inmediato los Juegos Olímpicos de Los Ángeles. Había ya una serie de atletas fijos y otros pendientes de ganarse el viaje a la ciudad californiana, en la que Carl Lewis iba a ascender a los cielos con aquellas cuatro medallas de oro calcadas a las de Jesse Owens en Berlín 1936. Y en esos Nacionales de la pista barcelonesa se batieron cuatro récords por tres atletas (Raúl Jimeno, por partida doble) y se asistió a pruebas emocionantes y competidas, con polémica en los 1.500 entre Andrés Vera y José Manuel Abascal, que acabó amistosa y deportivamente, como no podía de ser de otra manera en dos atletas con una excelente relación personal. 



Las plusmarcas se consiguieron todas en concursos: Alberto Ruiz subió un poquito más alto en pértiga, Isabel Mozún hizo lo propio en altura y Raúl Jimeno envió el martillo más allá de los 71 metros. Lobito Ruiz mejoró su propia plusmarca en un concurso con sólo cuatro saltos: a la primera 5,00, a la segunda 5,30 y a la primera 5,55. No pudo con 5,61. Ese mismo año había batido dos veces el tope español. La primera en el estadio madrileño de Vallehermoso (5,46) y la segunda en las pistas de Serrahima (5,51). Se afianzaba como el rey indiscutible de la especialidad. 



En martillo Raúl Jimeno llegó a 70,64 metros en el tercer tiro y lo hizo aún mejor en el cuarto, en el que envió el artefacto a 71,42. Enlazó un quinto tiro que fue nulo de caída, pero que dio la impresión de ser más largo aún. Atención a Francisco Fuentes, una estrella emergente, de sólo 21 años, que llegó a 67,08 y se llevó la plata. El futuro casi inmediato le iba a deparar cuatro títulos españoles. 



Y el cuarto récord fue para Isabel Mozún, que se elevó por encima de 1,86 y que no pudo posteriormente con 1,88. Recuperaba la plusmarca que había perdido el 1 de mayo anterior, en Serrahima, cuando Asunción Morte saltó 1,85 durante los Campeonatos de España de clubes. Morte acabó tercera en el Nacional (1,78), batida también por Covadonga Mateos. Fue el último récord que consiguió Mozún. En aquellos momentos la nueva frontera a explorar era la de los 1,90 metros, pero esa frontera no fue traspasada hasta quince años después, cuando Marta Mendía saltó 1,91. Isabel conseguía su noveno título consecutivo. Volvió a vencer en 1989. 



Récords aparte, la estrella de los Campeonatos fue Teresa Rioné, gran vencedora tanto en 100 (logró su tercer y último título) como en 200 metros. Tere era una joven sprinter, de lo mejor que ha producido nuestro atletismo en esta modalidad a lo largo de la historia. Sus victorias fueron inapelables y en la prueba corta no estuvo lejos de su récord de España: lo tenía en 11.49 y terminó en cinco centésimas más. 



Y llegamos a la edición de 1987 (14, 15 y 16 de Agosto), la última que vio la pista barcelonesa desfilar a lo mejor del atletismo nacional. 



El día 15 de agosto de 1987 se batió en Barcelona el récord de calor del siglo XX: 38,6 grados centígrados, aderezados con la humedad habitual de la Ciudad Condal, a veces intensificada. La mala suerte quiso que ese día se celebrasen los 10.000 metros, para pesadilla de los corredores, y aunque es cierto que los termómetros habían bajado en esos instantes, el calor impidió hacer buenos registros. La victoria fue para José Manuel Albentosa. Esa ola de calor no impidió, sin embargo, que se batieran dos plusmarcas españolas en dos pruebas explosivas: los 110 metros vallas (la competición con más nivel de los Nacionales) y el lanzamiento de disco. 



En esta ocasión el horizonte al que miraban los Campeonatos de España de las clásicas pistas de Serrahima estaba en Roma, en los Mundiales. Algunos puestos para la Selección se jugaban en la histórica pista catalana. 



La gran carrera del Nacional fue la de 110 metros vallas, como se ha dicho, con plusmarca española para Javier Moracho, registro enriquecido por las marcas de Carlos Sala y de Toni Lanau. El pilar de la victoria de Moracho estuvo en una salida fulgurante, similar a las que nos tenía acostumbrados. Sala se le aproximó hasta casi igualarle en la quinta valla, pero en la sexta tropezó levemente, pero lo justo para perder la carrera en ese momento. Un nuevo momento cumbre entre las grandes peleas entre dos vallistas inmensos. 



Moracho llegó a la meta en un tiempo de 13.42 (+0,8), récord de España, y Sala dos centésimas por detrás, marca personal. El bronce fue para Toni Lanau, con 13.72, también el mejor registro de su vida. Los tres atletas pasaron a ser, en aquellos momentos, los tres mejores de la historia. El tope nacional anterior lo tenía también Moracho con 13.49, logrado en el mitin Ciudad de Barcelona celebrado el 8 de julio de 1985, en las mismas pistas. 



Aquel fue el último récord de España batido por el oscense (de Monzón) afincado en Barcelona. Era su undécima plusmarca, novena consecutiva, e iba a ser la última. Pero esos 13.42 iban a estar en lo más alto de las listas españolas durante casi 19 años, hasta que en 2006 Jackson Quiñónez, nacido en Ecuador pero nacionalizado español y también residente en Cataluña, le restó dos centésimas. 



Y si aquel fue el último de los ocho títulos de Javier Moracho, curiosamente el otro protagonista de los récords, David Martínez, lograba el primero de los suyos, que iban a llegar a nueve, seis de ellos consecutivos. David ya había desbancado al eterno Sinesio Garrachón este mismo 1987, en dos ocasiones: lanzó 58.88 el 1 de marzo, en Gandía, y 59,14 el 8 de agosto en Cracovia (Polonia) durante un encuentro internacional entre el país anfitrión, España, Alemania Federal y Checoslovaquia, en el que fue segundo. En los Nacionales de Serrahima llegó a 59.46 en su primer ensayo y hubiera vencido con cualquiera de sus cuatro lanzamientos válidos. 



No sólo el Joan Serrahima ha sido testigo palpable de los Campeonatos de España, sino además aquí se han batido innumerables récords de España y Mejores Marcas Españolas; si nos centramos exclusivamente en las Absolutas y teniendo como principal referencia la publicación que la AEEA publicó en febrero de 2015 "Cronología de los Récords y Mejores marcas españolas de Atletismo" podemos observar que hasta 139 récords de han logrado (56 masculinos y 83 femeninos) desde aquel 1969 cuando se inició la lista Ana María Molina en pentatlón (4.025 puntos) hasta el doble 69.59 en martillo que lanzó Laura Redondo. 



Hoy en día son cuatro los récords vigentes logrados en el Joan Serrahima: José Marín que mantiene en marcha los de 2 horas y 30.000m en pista, ambos en 1979 y que en su momento fueron récord del Mundo y en mujeres, Irache Quintanal en peso con 18.20 (2007) y Laura Ginés en heptatlón (5.860) en 2012, igualando a Maria Peinado en la tabla de récords. 



Y resumido así es la historia de una instalación que este año acoge la 97ª edición del campeonato de España Absoluto que tiene un significado especial como es el 25º Aniversario de los Juegos Olímpicos de 1992 que se vivieron en la Ciudad Condal con gran brillantez y supuso un salto cualitativo y cuantitativo en el deporte español en general y en el atletismo en particular. El Estadio Joan Serrahima volverá a ver a lo mejor del atletismo español en un colofón perfecto para una temporada que está siendo sensacional y que a buen seguro arrojará grandes registros y alguna mínima más para acudir al Mundial de Londres. 



Los textos de las ediciones anteriores están extraídos del futuro libro "100 Años de historia del Campeonato de España de Atletismo al aire libre" que está elaborando la AEEA. Textos originales de Joan Pelayo (1979) y Ángel Cruz (1981, 1984 y 1987) 


 

 

Enlaces relacionados:



 Así lo contó Atletismo Español - 1979 

 Así lo contó Atletismo Español - 1981 

 Así lo contó Atletismo Español - 1984 

 Así lo contó Atletismo Español - 1987 

 Todos los récords de España Absolutos batidos en el Estadio Joan Serrahima